La nueva New Balance Fresh Foam Hierro v6 es la confirmación de que lo estrenado en la edición anterior ha funcionado muy bien y que solamente es necesario hacer ligeros retoques. De hecho, ha funcionado tan bien que hasta la Nike Pegasus Trail 2 se ha "inspirado" en su concepto produciendo una zapatilla para correr más allá del asfalto bien interesante. Aunque la sexta edición de la Fresh Foam Hierro ha reducido ligeramente su peso, no puede decirse que sea una zapatilla ágil y se mantiene dentro de la polivalencia esperada, si bien hay que sumar el atractivo de calzarlas también de manera "casual" dado el atractivo de su diseño.
Aunque pudiera parecer lo contrario porque se mantiene la misma estética moderna y agresiva que tan bien ha funcionado en la Fresh Foam Hierro v5, lo cierto es que se han introducido varios cambios con el objetivo de mejorar tanto la sujeción como la protección frente a elementos externos. Una de las claves se encuentra en los elementos termosellados de los laterales que confluyen en el imponente protector delantero (toe bumper). La configuración de dichos elementos permite no solamente dotar de una estructura más consistente al conjunto sino que también suman en lo estético, que sigue dominado por la sobredimensionada "N" del logotipo de la marca americana en el lateral. Llama la atención las cinchas que abrazan el mediopié y que terminan en ojales para personalizar el ajuste con la presión de los cordones, una solución vista anteriormente y que funciona perfectamente.
El resto de la Fresh Foam Hierro v6 apenas cambia, ya que lo único que salta a la vista es la falta de las marcas en forma de flecha de la suela, pintura que se ahorran. La imponente suela de Fresh Foam X cuenta con una configuración específica para adaptarse mejor a las irregularidades del terreno más allá del asfalto (donde reina la Fresh Foam 1080 v11 dentro de la colección New Balance) y no hay cambios en el comportamiento dinámico. La suela repite con el prestigioso material Vibram® MegaGrip y la cercanía entre los voluminosos tacos que parecía invitar a acumular las típicas piedrecitas del camino entre las ranuras no ha terminado siendo un problema. Si funciona bien, mejor no tocar.